Javier Fesser, se alzó con el premio a mejor director, mejor guión original y a mejor película con "Camino" en los premios Goya 2009. Sin juzgar la premiación de esta película, en lo personal, me costó muchísimas lágrimas verla, pedía en mi mente una pausa, un respiro para tanto drama.
"Camino" es la historia basada en la vida real de Alexia González Barros (la familia negó haber autorizado que se colocase el nombre de la niña en los créditos finales), una niña que se debatió mucho tiempo entre la vida y la muerte por un terrible cáncer no detectado a tiempo.
En la película de Fesser, la familia es fervorosamente religiosa y perteneciente al Opus Dei, por lo que la madre, cabeza de la familia, cree que esta enfermedad puede ser una bendición y no se la trata debidamente, dejando morir a la niña entre aplausos (escena que la familia criticó duramente por no ceñirse a la realidad, y mostrarlos monstruosamente).
Para Fesser, "Camino" significó un cambio de registro, ya que es un director que venía de haber hecho comedias como "El milagro de P. Tinto" o "La gran aventura de Mortadelo y Filemón". Este, el primer drama dirigido en su carrera, y con el que conquistó al jurado de los Goya, tiene como punto a su favor la brillante actuación de Nerea Camacho, a la que se premia como actriz revelación en este mismo festival de cine. Camacho nos muestra una actuación muy enternecedora con un muy buen manejo de escena.
Sin embargo, hay cosas que fallan en la película, y que el espectador común se ve obligado a sufrir: Un final demasiado alargado. Además de tener una historia triste por su tema principal, Fesser nos coloca paralelamente una historia de amor adolescente que termina en tragedia.
Me gusta que Fesser perdone al padre de Camino, hombre que vive bajo la sombra dominante de su mujer, y que no tiene la culpa de lo que le va ocurriendo a su hija, porque es incapaz de impedirlo; las demás personas, salvando la presencia de la hermana de Camino, son verdaderamente malas, y que se ven más malas aún por la presencia bondadosa y casi perfecta de Camino. Fesser hace que nos compadezcamos de ella y suframos con ella en un final que a los que hemos visto la película nos ha costado demasiadas lágrimas.
No podría juzgar si ha sido una película buena ni mala, lo que puedo decir es que me ha hecho llorar como ninguna otra que haya visto antes.
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